Mis otros blogs amados...

Un poco de todo..., en Londres...

Como les había explicado anteriormente, éste blog no va a tener un hilo conductor, muy preciso..., sino que, voy a ir contando aquello interesante o singular, que merezca ser recordado por lo "curioso" y dar uno que otro "CONSEJILLO", que puede servir para un futuro viaje, a estos lugares.
Por allá por el 2013, en nuestro primer viaje a Europa, nuestra primera parada fue en la maravillosa MADRID y nos quedamos un un hotel, que al parecer al día de hoy, ya no existe "El Rex", muy céntrico, ubicado en la mismísima Gran Vía. Era un hotel muy clásico y antiguo, con muchos pisos, pero que lo mejor que tenía, era su espectacular DESAYUNO.
Lo cierto, es que su desayuno era TAN bueno, que hasta el minuto, aunque llevamos muchos años de viajes en el cuerpo, no hay otro hotel que se le iguale.
Contaba con un piso completo de comedor y un desayuno tipo buffet, con todo lo que uno se pudiera imaginar y mucho más, entre diferentes tipos de pasteles, panes, quesos, jamones españoles e incluso, la tan buscada "tortilla española".
Este tipo de desayuno cambió radicalmente nuestra idea de ALIMENTACIÓN en el extranjero, ya que nos entregamos a la idea de disfrutar de un desayuno abundante, para que dentro del día, solo comiéramos algunos tipos de snacks, tal como frutas, galletas, etc..., mientras aprovechábamos el tiempo para recorrer lo máximo posible y caminar y caminar... y sacar fotos y más fotos, como a mi me gusta, para finalmente, detenernos en algún restaurante que nos agradara, a disfrutar de otra GRAN comida o cena, tipo 17:30 horas...

Nuestro restaurante favorito en Madrid, debido a lo rústico y lo españolísimo que es, es el clásico:"Museo del Jamón", que cuenta con una amplia carta de platillos tradicionales y a excelentes precios, además de muchas ofertas en cervezas o cañas, como dicen mis amigos españoles.

Pero, siguiendo con la historia, les quiero contar que nuestro segundo destino, fue LONDRES y aunque yo no viajaba con NINGUNA expectativa, ya que solo anhelaba llegar a el lugar de todos mis sueños PARIS, me sorprendió a TODO nivel.

Nos encontramos con una ciudad INCREÍBLE, con calles  extremadamente limpias,  casonas y edificios muy elegantes, policías muy bien uniformados a caballo, edificios históricos impresionantes, gente de todas las etnias, es decir que nos encontramos con una ciudad completamente cosmopolita, cosa que en Chile aún no se veía, ni por si las moscas...
Por otra parte, hasta los taxis eran espectaculares, de marcas como roll royce... y los buses de dos pisos rojos, eran fabulosos.
Nos encontramos con una ciudad tan ordenada y bella, que nos pareció casi PERFECTA.




Pero en algo nos caímos... y fue en la elección de nuestro hotel. Esta vez NO nos alojamos en el centro de Londres, debido a que unos familiares nos recomendaron uno que ellos habían visitado anteriormente, en la exclusiva zona de Notting Hill y aunque estaba en una de esas preciosas casas elegantes, estaba muy lejos de todas las grandes atracciones de Londres, lo que conllevó a que tuviésemos que trasladarnos en METRO, en el famoso UNDERGRAUND a todos los lugares y gastar muchísimo en transporte, ya que eso es una de las cosas MÁS CARAS que la ciudad tiene.

Pero si algo hay que recalcar de Londres, es que TODO es extremadamente caro, desde el cambio de moneda de peso chileno a libras esterlinas, que nos nos convino para nada.
Pero nos dimos cuenta que la ciudad LO VALE, porque TODO FUNCIONA en ella,  a las mil maravillas, por lo que reconozco que nos gustó al 1000 por ciento y podría volver, muchas veces más.
 Lo que NO  nos gustó del hotel escogido, además de su ubicación, fue su desayuno, ya que después de haber tenido la experiencia grandiosa del Rex, nos encontramos con uno, básico continental, que como diría un chileno; "no tenía ningún brillo", jajajaja.

Bueno, pero como no me gusta dejar detalle sin observar, hice una búsqueda intensiva  en internet, sobre los principales lugares que sí o si,
debíamos conocer, tal como: La Torre de Londres, la Abadía de Westminster, el Museo Británico, el Museo de Historia Natural, el Big Ben, el Palacio de Buckingham, etc...
Y se nos hicieron MUY POCOS los 4 días y 5 noches, que estuvimos en tan magnífica ciudad, ya que, caminábamos todo el día conociendo y fotografiando, por lo que llegábamos exhaustos al hotel cada noche..., literalmente muertos y al día siguiente, luego de desayunar temprano, nuevamente a recorrer.



CONCLUSIÓN: Si quieres hacerte una idea más GLOBAL de lo maravilloso de la ciudad y conocer todas sus principales atracciones, sin andar corriendo, debes quedarte como mínimo UNA SEMANA.

Pero algo que definitivamente nos llamó demasiado la atención de Londres, fue su METRO y lo ELEGANTES Y GUAPOS que se visten y son, en el diario vivir, los londinenses. Pues quedamos muy impresionados por su forma de vestir; impecables de pies a cabeza, con accesorios, desde los zapatos, hasta los maletines para el trabajo, de excelente gusto...  Parecía que andábamos entre puros modelos de revistas jajajaja. Nada que ver con lo que uno observa en un metro chileno..., hay que decirlo...


Pero lo que definitivamente nos dejó como de "San Rosendo" y nos hizo sentir como verdaderos "huasitos del campo", fue cuando conocimos las líneas del metro de Londres.
Qué línea 1, línea 2 y línea 5..., había tantas y todo tan bien conectado, que al mirarlas parecían una verdadera tela de arañas... Luego, comenzábamos a bajar en las escaleras mecánicas, hasta 6 pisos y nos mirábamos un poco asustados y pensábamos, "hasta donde vamos a bajar...".

Pero de lo que SI tengo que dar Fe en Londres, es que casi todos hablan ALGO DE ESPAÑOL y son bastante educados, tratando de comprender lo que uno les dice y aunque mi marido fue nuestro traductor y representante del idioma inglés,  diríamos que gracias a él y a su increíble capacidad de ORIENTACIÓN espacial, nunca nos perdimos en algún trayecto de metro.

Años más tarde, cuando regresamos a Londres, en el año 2019, nos quedamos 3 días y solo 4 noches, pero como ya conocíamos y nos manejábamos algo en la ciudad, nos quedamos en el centro de todo, en la preciosa zona de COVENT GARDEN, al lado de Trafalgar Square y aunque el hotel era muchísimo más caro, pudimos llegar a todas las atracciones caminando, una cosa, por otra.
Lo otro que decidimos en ésta oportunidad, para abaratar costos en el hotel, fue escoger uno, SIN desayuno, pero que tuviera hervidor de agua y tazas en la habitación, para de éste modo darnos la libertad de poder comprar en supermercados y hacernos nuestros propios sándwiches. Lo que no previmos, fue que la habitación estaba en algo que los ingleses llaman: "ático", es decir, en el piso menos uno, por lo tanto, no tenía ventanas y solo tenía luz artificial..., por lo que pocas ganas daban de estar allí.

CONCLUSIÓN: Para la tercera oportunidad que visitemos Londres, rentaremos un departamento, para poder abaratar costos en la alimentación, pero tendremos muy en cuenta que no se encuentre en un ático (los ingleses, los utilizan mucho).

Como la primera vez que viajamos, nuestra hija era muy pequeña, ya que solo tenía 6 años, era muy poco de lo que se acordaba de las principales atracciones de Londres, por lo que ésta vez las disfrutó mucho más, ya que pudo manejarse en el idioma inglés, que tanto le gusta y tomarse las clásicas fotografías en todos esos lugares, lo que nos permitió hacer las entretenidas foto-comparaciones del antes y el después, en cada lugar...

Si hay un DATO ÚTIL, que les puedo dejar en ésta entrada, es de DÓNDE colocarse si van a ver el CAMBIO DE GUARDIA del Palacio de Bukingham. Es la clásica pregunta que te harás, si llegas al lugar y no tienes idea de lo que pasará y dónde será. Pues, primero que todo, debes llegar muy temprano, para encontrar ese lugar vacío...
Nosotros llegamos cerca de las 8:00 A.M. horas y el cambio de guardia se produce cerca de las 10:30 horas. Debes ir preparado para la espera y siempre andar trayendo un paraguas o unas capas de plástico, porque en Londres, en cualquier minuto, puede dejarse caer un chaparrón...
Foto tomada desde el lugar que les indico
Bueno, pero a lo que íbamos es que debes pararte Al lado de la reja, que llega al portón principal y central del Palacio, a mano izquierda, mirando de frente el portón. Si no te pones ahí, NO podrás ver nada, porque todo lo importante del cambio de guardia y cuando toca la orquesta, se produce dentro de ese lado de la reja del palacio.
 Nosotros quedamos precisos, en segunda fila desde la reja (lo que nos permitió mirar entre sus fierros), por lo que observamos todo, con lujo de detalles y sacar fotos espectaculares.
Llegué a sentirme como en el "detrás de cámara" jajajaja.



La segunda vez que fuimos, en el año 2019, llegamos muy al justo con la hora, como a las 10 de la mañana, y ya estaba todo ocupado frente a la reja del Palacio, por lo que tuvimos que ubicarnos al frente de éste, al otro lado de la calle y como era de esperarse, casi no pudimos ver nada, más que cuando entra la guardia nueva, desde la calle, al portón del palacio y sería todo...
Igual estar ahí, junto a una cantidad indeterminada de turistas de todas partes del mundo y estando todos expectantes de lo que va a pasar, es muy entretenido y tiene su gracia.



Antes de terminar, les voy a contar una anécdota curiosa que nos pasó, luego de haber caminado todo el día por los alrededores y dentro de la Abadía de Westminster. De repente, nos miramos y dijimos: "que ganas de comernos un completito de la Fuente Suiza..." (el completo, es como un hot dog, pero al que se le coloca tomate picado, más palta o aguacate molido y mayonesa, pero que a nosotros nos gusta más con salas verde, ésto es, cebolla picada a cuadritos, más cilantro picado). Entonces, comenzamos a buscar un lugar que vendieran HOT DOGS y nos encontramos al lado mismo, de la Abadía, con un Quiosco muy estilo elegante de Londres, donde todo era de acero inoxidable..., por lo que pedimos 3 Hot dogs, los que solo venían con el pan y la salchicha de un tamaño normal y a los que podíamos colocarles solo kétchup o mostaza, a gusto. Además, pedimos dos tés y una bebida en lata.

Saben ustedes cuánto nos costó TODO esto... 24 libras esterlinas, es decir 24 mil pesos chilenos... Podría decirse que han sido los completitos más caros, que hemos comido en todo el mundo...

CONCLUSIÓN: Si quieres comerte un rico completo en Londres, prepáratelo en tu departamento rentado o sino, asume las CARAS consecuencias... jajajaja.

Por aquí les dejo algunas fotos, de los espectaculares lugares de Londres...
London Bridge





























London Eye y el río Támesis


Que conste, que voy a seguir escribiendo miles de anécdotas más...





















Que es lo que más me gusta de viajar...

Voy a intentar comenzar desde el principio...
Viajar dentro de tu país, que en éste caso vendría siendo mi Chile querido..., es una cosa, pero cuando uno traspasa sus fronteras, siempre te queda picando el bichito...y quieres llegar, cada vez más y más lejos...  
Por allá por el año 2012, vivíamos en el norte de Chile, en una ciudad que amo con el alma, por su clima y por sus playas, mi Iquique glorioso... y disfrutábamos de una vida extremadamente agradable,  en todo sentido, solitos los tres, junto a mi marido y a mi pequeña hija de 4 años, siendo muy felices. 
Pero por esas cosas de la vida, que uno no puede explicarse, mi esposo se enfermó gravemente de salud y tuvimos que cerrar las puertas, tras nosotros y tomar un avión, de camino a la capital, Santiago, para internarlo en una clínica. Fueron períodos en donde yo me tuve que fortalecer como mujer, ya que, debía hacer todo lo posible por tomar las mejores decisiones, cruzando los dedos y rezando con mucha Fé, para que él lograra recuperarse. Fueron 40 días en total, entre el estado de terapia intensiva, hasta lograr salir de la clínica, triunfantes y poder regresar a nuestro hogar. 
Fueron períodos muy estresantes, donde logras plantearte el propósito de tu vida y desde ese planteamiento, al ver que mi esposo vivía para el trabajo y darnos confort, sentimos que eso no era suficiente, que nos faltaba algo más, algo que nos hiciera sentir que todo el sacrificio en el trabajo valiera la pena, pues entonces, pensamos que desde ese momento en adelante, nos daríamos el placer de VIAJAR e intentaríamos, llegar cada vez más lejos, para llevarnos todas esas experiencias en el corazón, porque si nos toca irnos de ésta vida, no irnos a manos vacías de experiencias, sino, a manos llenas. 
Cuando se te dan las posibilidades para viajar, ya que hay que decir que, no son realmente tan económicos y además, comienzas a tener claro, aquello que quieres conocer, no pasa ni un solo día, en tu día cotidiano de trabajo y familia,  que no estés soñando despierto con lo que vendrá... es como mágico, por lo menos para mi.
Viajar es maravilloso, te enriquece mentalmente y te sorprende,  en fin, te brinda tantas emociones, que son imposibles de cuantificar...
Es como una ilusión, que se va inflando día a día... Un globo que está a punto de reventar, pero que te anima a seguir inflándolo. Una ilusión, que motiva tus días más oscuros en el trabajo, de los cuales más vale ni acordarse... y te da alegrías, cada vez que los recuerdas. 
Por otra parte, soy una persona que busca conocer todos los temas y parámetros, de cada viaje, no espero que se me pase ningún detalle, para que todo salga perfecto..., pero nunca es así, porque aunque uno crea que lo controla todo, siempre surgen eventualidades y anécdotas inesperadas, que hacen que los viajes sean como una lotería...
 En la actualidad, mi hija es una adolescente de 14 años y tiene más experiencias de viajes en su cuerpo, que muchos adultos juntos...
Ahora, que ya tenemos varios viajes en el cuerpo, les voy a contar que me gusta elaborar rutas de viajes "económicas...", con hoteles de ubicación central, (para no tener que gastar demasiado en trasporte público, ya que en las grandes capitales, es un poco caro) y así poder recorrer, caminando las ciudades, además, me fijo en que la zona en que se encuentran, sea segura y que cuente con las condiciones de limpieza y comodidad, adecuadas para mi familia.

Por ejemplo, en nuestro primer viaje a Europa, por allá por el 2013..., la ruta fue, Santiago de Chile-Madrid, luego, Madrid-Londres en avión low cost, luego Londres-París, nuevamente low cost, luego París-Roma, también en avión, pero en línea tradicional y en Italia, rentamos un auto y nos dirigimos en él, a conocer Venecia y Florencia, para luego regresar a Roma. Para finalizar, nuevamente tomamos un avión y viajamos a Madrid. Estando en Madrid, necesitaba conocer a mis amigas blogueras de Barcelona, por lo que tomamos el tren rápido, llamado Ave y viajamos por el día, a conocer un poquito de Barcelona y reunirnos con mis amigas... 
Les contaré un poco de mis sueños hechos realidad. Desde pequeña, siempre quise conocer Europa, pero lo veía como algo muy distante, lejano, imposible..., luego por esos azares de la vida, ya casada y madre, de una pequeña niña, me comencé a interesar por el mundo de los blogs, ya que no me encontraba trabajando y necesitaba entretenerme en algo..., pues bien, cree un blog que me hizo trasladarme a lugares muy lejanos y conocer personas maravillosas... 
Mi blog se llamaba Mamá de una monita, ya que se trataba de la vida de mi hermosa hijita y publicaba en un sitio de madres blogguer, que también escribían de sus hermosos hijos, pero al otro lado del charco.
Por allí uno comienza a leer sus historias, comentarles y comienzas a conectarte con sus realidades, tan parecidas a las tuyas, educando a tu hija..., riendo o llorando, con sus experiencias y bueno, uno logra hacerse amigas..., amigas reales, que te escriben un mail, luego por whatsApp y luego, te hacen una vídeo llamada por skype... En fin, que por éste medio he conocido personas fantásticas, generosas, divertidas y muy espontáneas como Por fin, yo misma y mi gran amiga de Madrid Inma y su mundo. Entonces, sumamos la necesidad imperiosa de viajar con mi marido, a mi afán por conocer en vivo y en directo a mis compañeras de vida blogueras y todo se convirtió en una sola cosa.


Imaginen que mi hija a los 6 años, conoció y caminó, dentro del Coliseo Romano, para luego (es decir, un par de años después), estudiar la materia de historia universal, en su clase. Qué puede pasar por la cabeza de un niño, cuando le explican la grandeza e importancia del imperio romano, si ya estuviste ahí, lo conociste, caminaste por los lugares que te describen en los libros...
Rememoro cuando yo estudié esa parte de la historia, hace muchos años atrás... (al igual que su papá) y ni en pelea de perros, me hubiera imaginado que estaría en esas tierras, recorriendo y enamorándome, en cada perímetro de la ciudad de Roma.
Pero bueno, lo que quería explicar, es que cuando uno viaja, se vuelve una necesidad, te provoca una gran dependencia e incluso, se convierte en un vicio...
Y ésto es lo que nos ha pasado a nosotros, que siempre estamos ideando lo que haremos, en un posible destino..., salvo ahora, que estamos en casa, por ésta terrible pandemia del corona virus... Encerrados, mes, tras mes, trabajando desde casa y con fronteras cerradas, viajes anulados y nada de turismo, sin tener fecha de término, por el minuto... y preocupados de poder enfermar...

Este blog, como digo en su título, será de las experiencias curiosas que nos han pasado en nuestros viajes y no tendrá un hilo conductor, ni de fechas, ni de itinerarios, seguidos en nuestros viajes. 
Este blog lo escribiré para no olvidar las cosas más extraordinarias que hemos vivido, aquellas cosas que hicieron de nuestros lugares visitados, lugares con experiencias únicas, experiencias de nuestra familia chilena, por el mundo.
Para comenzar, les quiero contar que en nuestro viaje a Europa, el año 2013 lo hicimos en el mes de mayo, la primavera Europea y que para lo que uno vive en Chile, primavera es como el mes de la patria, fresco, pero con un sol que da calorcito..., nunca demasiado frío...

Viajábamos por primera vez a un destino tan lejano, marido, mi hija de 6 años y yo, con dos maletas de 23 kilos... Si, ya lo se, ahora con la experiencia aprendida, ya no lo volvemos a hacer, jajaja, ya que nos costó mucho trabajo movilizarnos con esas pesadas maletas y lo primero que les voy a contar, es que de llegada a Londres, desde el aeropuerto, tomamos el tren, para legar a la importante estación Victoria y como era de esperarse siempre hay algún latino... Se acerca a nosotros un tipo argentino y nos dice: che... ustedes, se vinieron a vivir a Londres??? y nosotros nos miramos y sonreímos y solo le explicábamos, que andábamos de vacaciones, con nuestra hija pequeña, que por eso andábamos con tantas cosas... Para nunca más volver con tanto equipaje, pero debo decir, que siempre me ocurre, que llevo todo lo que puedo necesitar, ya que tengo muchaaaaa ropa.....
Bueno, antes de que se me olvide, les había comentado que la primavera en Londres es diferente a la de Santiago, es del  terror..., muchísimo, pero muchísimo frío, como estar en  invierno. Pues me fue muy mal con la ropa que escogí, mucha blusita liviana y nada de lana, ni guantes, ni bufandas y solo una chaquetita poco abrigadora, pero muy bonita, hay que decirlo jajaja, por lo que lo pasé pésimo. Llegué a tiritar de frío, con el viento gélido. Por suerte, a mi hija le llevé de todo, de abrigo y ella no pasó por mi misma experiencia. Desde Londres, nos fuimos a París y aunque fue mejor el clima,  también en la sombra, se sentía un frío espantoso, por lo que tampoco lo pasé tan bien en ese tema. Conclusión: si no quieres gastar en ropa en París, lleva ropa de abrigo, si viajas en  primavera...

Antes de terminar éste primer post, les voy a contar una anécdota, que me sucedió en mi lugar favorito en el mundo, la Torre Eiffel. 
Ya desde kilómetros de distancia, la torre se vislumbraba magnífica, indescriptible, por lo que mi sueño hecho realidad de estar allí, me tenía por las nubes. Nos hizo un día casi caluroso, cielo despejadísimo y muy bello y mientras más nos acercábamos, mi corazón latía, cada vez más fuerte.
Adicta a la fotografía, no quería perder ningún detalle, de ésta experiencia única..., cruzábamos una calle y ya estábamos ahí mismo, debajo de la torre Eiffel...
Estaba sumida en una felicidad incomprendida, embelesada con su belleza y grandeza, estaba en éxtasis..., foto, tras foto, no cabía conmigo misma..., pero a mi esposo no se le puede ocurrir mejor idea, que comprarnos unos conos de helados, de exquisito chocolate... y bueno, se lo recibo, pero ni lo veo, ya que yo seguía completamente hipnotizada con la torre, entonces, ya íbamos caminando debajo de la Torre, como a la mitad y yo con el cono de helado afirmado, con la misma mano que afirmaba con ambas, mi cámara Nikon. 


Sigo sacando fotos muy concentrada, mirando hacia arriba, dentro de la torre y de repente, la bola de helado se desprende del cono y queda pegada sobre mi cabeza... Me alcanzan a ver, mi esposo y mi hija y se mueren de la risa, literalmente..., con ataque de risa bajo la Torre Eiffel...! y yo, me quito el helado, que me dejó todo el pelo pegajoso y ya no sabía, si reír o llorar... La magia del momento que estaba viviendo, se había coartado, en un segundo. Nótese que la foto de aquí al costado, es la que hizo que se me cayera el helado en la cabeza...

Después me dio una mezcla de sensaciones... algo de rabia e impotencia, ya que ellos seguían riéndose de mi y no entendieron lo que por mi cabeza pasaba, pero bueno, me alejé unos momentos, mientras se me pasaba el enojo, limpié mi pelo y siempre digna, me preparé para sacarme mil y una fotos con la torre, de fondo. Superado el impás..., nos juntamos los tres, nos reímos un rato juntos y comenzamos a tomarnos más fotos con mi adorada Torre... Nótese que en el año 2013, aún no había palo para selfies, por lo que nos turnábamos para sacarnos las fotos del celular o la cámara o le pedíamos a algún gentil turista, si nos la podía sacar y luego devolvíamos el favor.

Creo que mi experiencia debe ser única en el mundo, ¿o no?.
En las siguientes dos oportunidades, que tuvimos la fortuna de regresar a París, en el año 2017 y 2019, no me volvió a ocurrir lo mismo, debido a que, ya no vendían helados bajo la torre... Jajajajaja.

Creo que éstas anécdotas, continuarán...




Entrada más leída...

Un poco de todo..., en Londres...